¿Qué es el sentido?
El Sentido es, según Viktor Frankl, lo que aporta significado a nuestra vida y lo que le proporciona un soporte interno a través de un propósito o función que llevar a cabo. Dicho sentido, posibilita, además, sentir que pertenecemos a nuestros entornos. Entornos que, además, percibimos como “un todo” con significado.
Frankl sostiene que el hombre anhela encontrar significados propios, que le permitan verse a sí mismo como una persona con una meta, una misión que cumplir a lo largo de su existencia.
Sentido de vida, propósito y misión son las palabras que a menudo intercambiamos. El sentido es más amplio para mi, y englobaría el propósito, la misión.
Con la palabra sentido nos referimos a aquello que sabemos que está ahí, aunque no lo toquemos. Es un sostén, una fuerza interna, como un tesoro, que tiene significado y da significado a nuestra existencia.
Motivación y sentido van unidos
Los significados y motivaciones de la existencia humana van cambiando a lo largo de la vida y en función de la etapa del ciclo vital en la que estemos inmersos. Pero encontrar sentido no es una cuestión de edad. Como ya se está demostrando también por la ciencia, son los estímulos que recibimos de nuestros entornos los que más nos condicionan, ya sea porque delimitan o porque expanden nuestro potencial y nuestra capacidad de respondernos.
Porque…a cualquier edad, se manifiesta la propia búsqueda de sentido y pueden aparecer las preguntas que van en búsqueda de lo que nos da sentido vital, lo que nos da identidad. No darnos la oportunidad y los espacios propios para contestarlas puede conducirnos a una profunda sensación de soledad como veíamos que sucede entre los adolescentes y los mayores-viejos. Importa también comprender que la búsqueda de sentido, esta motivación interna que nos lleva a la acción, puede ser atendida desde diferentes planos o niveles de motivación.
Niveles de motivación y sentido
A lo largo de la vida, y hablo desde mi propia experiencia, aun habiendo vivido una adolescencia llena de preguntas existenciales y trascendentes, las abandoné y prioricé motivaciones mas materiales, sensoriales y de logros o beneficios económicos.
Otros planos o niveles de motivaciones tienen relación con el reconocimiento externo a las propias capacidades e inteligencias. Tenemos hambre de aprobación. Tanto como de temor al rechazo. Por eso cuando nos situamos en el plano de esta mirada estamos en un nivel de motivación en el que nos afanamos por nuestro estatus y cedemos el protagonismo a la relevancia social.
Pero ninguno de estos planos citados trae las respuestas a ese algo más que todos llevamos dentro. Y que tiene que ver con lo que Frankl llama la “voluntad de sentido” conectada con la motivación interna y, que se comporta como una fuente básica de estimulación que mueve a la persona, que la impulsa a la acción trascendente de superar sus propios limites. Para quien te habla, se adquiere sentido y se conecta con él desde el nivel de comprensión y conciencia que tenemos en un momento dado, desde el que observamos lo que nos sucede.
La búsqueda de sentido, el ciclo de vida y las inteligencias
Muchos autores postulan que con la edad vamos adquiriendo y modificando nuestros significados y propósitos. Pero el principio desde el que trabajamos en la Escuela es que el deseo de sentido se mantiene alto y de forma continuada en todas las edades, y, como ya demostró Frankl, la búsqueda de sentido es una fuerza primaria, para todos los seres humanos, sea cual sea su edad. No es una cuestión de edad sino de potencialidad. De creer que siempre podemos superar los limites bajo los que nos movemos, que podemos y de hecho anhelamos, auto-trascendernos. Ese es el sentido ultimo de todo ser humano, a cualquiera de las edades. Porque También tienen relación con el despliegue de nuestras diversas y múltiples inteligencias, que vamos utilizando, expandiendo y desarrollando a lo largo de nuestra vida. Y que traemos todas, de serie desde el momento que llegamos a este mundo.
Los humanos somos seres multi-inteligentes, estamos dotados de múltiples inteligencias como ya nos describió Gardner. Pero modulando e influyendo en su desarrollo y puesta en juego, disponemos de dos cualidades imprescindibles: La actitud y la Voluntad.
Actitud y Voluntad
La actitud con la que, y desde la que, vivimos los sucesos de nuestra vida hará posible o no si los retos de la existencia nos abren a aprender, creciendo, madurando y encontrando significado, o por el contrario nos arrugamos y encorsetamos. A menudo calificamos a la actitud de positiva o negativa igual que hacemos con las emociones.
Y es que la actitud, en su vivencia personal, está potenciada por nuestro desarrollo de las competencias emocionales, que se recogen y engloban en lo que conocemos como inteligencia emocional. Esta Inteligencia nos acompaña en el florecer de nuestras relaciones, influye en como nos comportamos en el ámbito social, y en la comprensión y relación que tenemos con nosotros mismos.
Y nos queda un ámbito muy importante, y muy especialmente humano, el área de la voluntad. Además de representar nuestra respuesta y fuerza ante la vida, lleva implícita una decisión libremente tomada que refleja también nuestra capacidad de hacernos preguntas y de encontrar nuestras propias respuestas. Con el desarrollo de la voluntad expandimos nuestra conciencia sobre nosotros mismos. Y con ella, o a través de ella, de la voluntad, vamos dando forma a nuestro existir gracias al sentido y significado que tienen para nosotros los acontecimientos que vivimos.
Esta voluntad, está apoyada y sostenida por la inteligencia espiritual. En esta inteligencia reside el anhelo de unión con nuestros entornos, y de autotrascendernos. Es decir nuestro afán por encontrar, más allá de nuestros intereses particulares, lo que nos acerca a los demás y nos une desde un lugar no mental, sino de conexión profunda.
Esta motivación interna de superación, que no responde al pensamiento, es la que permite también avanzar a la ciencia, que ya hoy puede empezar a explicar desde la física cuántica, la base energética que rige esta inteligencia que llamamos espiritual, este nivel de conciencia que está en la esencia de la vida y que nos demuestra la estrecha unión entre lo tangible y lo intangible.
Sentido de Vida: la conexión entre lo tangible y lo intangible
En el prólogo que hace Belline de un libro que escribió en 1974 ante la muerte de su hijo, y que tituló “El tercer oído” dice así: “… nadie sobreviviría a la desaparición de un ser amado, si en el fondo del alma humana no surgiera la intuición de que no estamos totalmente separados. El mejor remedio para la muerte es no creer en lo irremediable”.
Cuando observas ante la muerte de un ser querido y buscas respuestas, puedes comprobar que en verdad lo único que murió fue un cuerpo, el mismo cuerpo que nació, aunque totalmente transformado por el pasar de los años.
Esto que describe Belline y que podemos llamar la conexión entre lo finito y lo infinito, equivale a algo que antes conocíamos por intuición, ya hoy está descrito por la ciencia. La física describe como las partículas siguen en comunicación, permanecen conectadas a pesar de que medie una distancia de años luz entre ellas.
Este fenómeno conocido como entrelazamiento cuántico no tiene edad como demuestra la conexión que se da entre dos electrones, dos cuerpos, dos partículas o más, no importa la distancia a la que se les separe.
Este fenómeno fue primero descrito por Einstein como una paradoja, que rechazó de entrada porque le rompía todos sus esquemas sobre el orden en el universo. Le llamo el “efecto espeluznante de la materia”, vaya nombre, eh?
Pero, tuvo que ceder porque no fue el único que lo encontró. Simultáneamente, otros investigadores alemanes encontraron también evidencia acerca de que todas las partículas contienen información que las capacita a conectarse a otras partículas, en cualquier otra parte del universo no importa la distancia.
En la base de esta inteligencia consciente está el desarrollo de nuestro mundo interior y de nuestra transformación esencial y el cambio de mirada a la realidad, que es radical también.
Sentido de vida y sensación de soledad.
Un mundo interior que empieza con el hacerse preguntas, las propias que inicia el adolescente: ¿quién soy, por qué y para qué he nacido? ¿Que he venido a hacer? ¿que sentido tiene que yo exista? ¿Qué es la vida?
Son preguntas que también se hacen los mayores al llegar a una edad en la que sienten que se aproximan al final de la existencia. ¿Qué es la vida, para qué he vivido? He trabajado, he alimentado este cuerpo, he obtenido satisfacción a muchos deseos…he dormido, y vuelta a empezar al día siguiente… ¿cuál es el sentido que ha tenido y tiene mi vida?
Entre la adolescencia y la senilidad, muy frecuentemente este mundo interior se queda latente por falta de nutrientes, básicamente porque no ponemos atención en contemplar y seguir conectados a las preguntas existenciales y espirituales que tenemos.
Vamos creciendo, y a diferentes edades adquirimos diferentes responsabilidades y experiencias de vida que nos desarrollarán o promoverán más unas motivaciones que otras como hemos visto antes. Y habremos aparcado, muchos de nosotros, la posibilidad de estar conectados con la naturaleza y la vida que somos.
Sentido de vida y salud mental
Son muchos los autores para los que hay una estrecha relación entre encontrar sentido a la vida y gozar de una mejor salud mental. Creer que la vida tiene un sentido y propósito “da significado y ayuda a encontrar un soporte interno a la existencia” nos decía V. Frankl.
La percepción de una persona sobre sí misma, el propósito que cumple en el mundo, y la aspiración que tenemos de ir hacia un futuro con confianza y gratitud, son más que pensamientos. Y están muy vinculados al sentido que le damos a nuestra vida, y gracias a este, a la recreación que hacemos de nuestro equilibrio mental y social cuando lo perdemos.
Se ha relacionado asimismo hallar sentido a la vida con menores alteraciones psicopatológicas: ansiedad y depresión, estrés, pensamientos y emociones negativas, malestar y angustia psicológica, neurosis y abuso de drogas y alcohol. En la misma línea, diversas investigaciones sobre resiliencia, la capacidad que tenemos para, no solo afrontar y recuperarse de una adversidad, sino también de salir reforzado de ellas, apoyan la idea de que el Sentido de la vida actúa como elemento protector favoreciendo la adaptación y aceptación auténtica a la realidad.
Sentido de vida: ¿vives o sobrevives?
Pero podemos ir más allá. Si aplicamos el conocimiento científico de que disponemos, acerca de la física cuántica. Aunque es incipiente, comparado con los siglos de historia de la medicina, podríamos avanzar aún más en el abordaje de muy diversas enfermedades.
Este fenómeno de intercambio entre masa y energía, está dando base científica al prometedor campo de la Epigenética, cuyos hallazgos son de especial aplicación en el abordaje y la curación de múltiples enfermedades.
Como puedes curarte: Sentido de vida y Salud holística.
No somos solo un cuerpo, ni una mente, ni una vida social. Somos mucho más, como hemos visto también hoy.
Pero nos vivimos fragmentados, y, a través de múltiples, test, escalas y cuestionarios abundamos aún más en esta separación. Estas métricas nos acercan información de una parte de nosotros, pero no podemos olvidar que somos seres multidimensionales y en interdependencia con nuestros entornos. Cuando nos damos cuenta de estas interrelaciones comprendemos la importancia de desarrollar una mirada holística a nosotros y a la vida que somos y que nos rodea, y con la que continuamente estamos intercambiando y transformando nuestra energía.
Somos hombres y mujeres en busca de sentido. La buena noticia es que disponemos de las herramientas y además, holísticas, es decir que nos miran de forma completa, y que nos hacen posible gestionar nuestras reacciones ante la incertidumbre.
Con ellas, y el aprendizaje adecuadas podemos superar y transformar el estrés y malestar que nos provocan los cambios en nuestra vida. Porque tú, ¿qué quieres para tu vida? Ahora tienes una magnifica oportunidad de encontrar tus respuestas con el curso Sobrevivir o vivir, ¿Hablamos de salud? Y con él, encontrarás respuestas, las que dan sentido y significado a lo que te sucede.
Gracias , gracias un 🤗
Excelente Angela, seria prudente pensar que la coleccion de tus Podcasts se conviertan en un libro?
Lo has pensado?