¿Qué es la soledad?
Como la definimos. La soledad es una sensación que responde a un aspecto subjetivo de falta de conexión o unión con los demás. Y este aspecto subjetivo, a menudo va acompañado de una emoción y por tanto de un pensamiento negativo: me falta conexión, no tengo relaciones….
Cuando es así, la soledad deviene algo discrepante, hay un “gap” entre las relaciones que tenemos y las que querríamos tener. Ya sea por su ausencia o por la baja calidad de nuestras relaciones. Son dos cuestiones diferentes y ambas pueden hacernos sentir solos, en términos de soledad percibida. Esta soledad se vive como algo que rechazamos y eso nos genera dolor, sufrimiento, malestar.
Hay otro tipo de soledad, la que resulta de una decisión voluntaria, en la que es uno quien toma la determinación de aislarse, de vivir en soledad. Le llamamos estar solo. Y tiene un significado muy distinto, que puede traer una alta energía. Estar solo no es únicamente vivir solo por decisión propia. Es un punto más, y sucede cuando una persona se libera de las cargas psíquicas y emocionales, se libera de las estructuras sociales, la arrogancia, el éxito, el estatus o posición, la envidia…. Cuando uno se libera de todas estas cosas, entonces esta totalmente solo. Una soledad que es y sabe a libertad.
¿Cómo medimos la soledad?
Cuando vemos la soledad, la sensación de sentirse solo, y una vivencia subjetiva, se mide utilizando cuestionarios y escalas, con preguntas sobre la percepción y la vivencia. Se realizan preguntas del tipo: ¿Con cuanta frecuencia sientes que te falta compañía? ¿Con cuanta frecuencia te sientes aislado, excluido de los demás?
Cuando soledad se identifica con el aislamiento social, ya sea deseado o no, se mide con preguntas del tipo: ¿cuántas personas tienes a tu alrededor? ¿a cuantas personas puedes acceder si tienes un problema?
Hay pocos estudios basados en datos objetivos.Al ser la soledad ese sentirse solo algo subjetivo, Los que tenemos, se centran en los factores de riesgo relacionados con la soledad o mejor expresado, con la posibilidad de vivir esa emoción-pensamiento negativo que es el sentirse solo. Se sabe qué factores impactan en la soledad: claramente demostrados son la pobreza, el desempleo, la falta de relaciones sólidas, una escasa o nula red de apoyo, y la edad avanzada.
Aunque este ultimo factor, la edad, no está tan claro. Porque la soledad así vivida, esa sensación de sentirse solo que todos conocemos, no solo no tiene edad. Sino que incluso ya disponemos de buenos estudios que nos hablan de la soledad y la vulnerabilidad cada vez mayor de los adolescentes.
Sentirse solo no es estar solo: la experiencia de sentirse aislado y confundidos
Cierra los ojos. Imagina que vives en un apartamento y estás solo o sola. Si observas como te sientes, te das cuenta de que estás absolutamente solo/sola. No tienes a nadie a quien llamar, nadie con quien hablar, nadie con quien compartir tu vida. Así son las cosas ahora en tu vida, y así seguirán siendo. Y si sales a la calle, continúas sintiéndote solo. Ahora abre los ojos, y escribe como te sientes.
Estos sentimientos como los que has descrito se experimentan por muchas, miles de personas, cada día, de cualquier edad. Todos hemos experimentado y sabemos por tanto lo que es sentirnos solos, el miedo, la aflicción, tristeza, el temor que experimenta una mente que se da cuenta de su propia soledad. Independientemente de nuestra riqueza o pobreza material, relacional, todos conocemos esas sensaciones de la soledad. Este sentirse solo es un estado de frustración. La soledad, no. La persona feliz no es solitaria, aunque esté o viva sola.
¿Dónde nace y cómo nace la soledad?
Hemos creado entre todos, una sociedad que nos aporta confusión. Vivimos confundidos. ¿Y Por qué estamos confundidos?: Estamos confundidos, porque nuestras opiniones, creencias, deseos y ambiciones tienen tanto peso en nosotros que somos incapaces de observar los acontecimientos sin juzgarlos. Así que cuando quiero algo y no puedo conseguirlo, me frustro, me deprimo, entristezco.
En sus estados más graves, este sentirse solo nos lleva a deprimirnos de forma profunda, es un estado que aísla, la mente se encierra en si misma y se separa de toda relación.
¿Y qué hacemos entonces? Escapamos: Escaparse es un termino que usamos para definir la acción que hacemos frente a esta sensación de sentirse solo. Miremos bien… Vamos a hacerlo… No aguantamos esa sensación porque nos causa dolor, ansiedad…
También a otro nivel más cultural, la Soledad nos avergüenza. Y esta vergüenza de sentirnos vulnerables, de sentirnos solos, se suma al resto de dificultades que nos impiden pedir y recibir ayuda. Y escapamos…, de nuevo, otra vez…
¿Cómo Escapamos?: ponemos la tele, la video consola, tomamos un vino, cogemos un libro, ponemos música, vamos al cine… da igual: tratamos de refugiarnos de esa sensación porque nos angustia, nos incomoda.
¿Por qué nos resulta tan difícil afrontar esta sensación de sentirnos solos?
Porque somos incapaces de observarnos sin juzgarnos, sin compararnos, sin rechazarnos. A todos nos han enseñado a comparar, a juzgar, a evaluar, a opinar… y cada vez que lo hacemos nos estamos escapando de nosotros mismos, de estar en el momento, de esta ahora, plenamente vivos y presentes ahora. Y no paramos a observar la mente y esa carga mental de pensamientos siempre autorreferenciada.
Los dos picos de soledad: Los mayores y los adolescentes
Casi todos entendemos el pico de la soledad en los mayores. Algo que se da a partir de los 65 o más o a partir de los 85, según la persona. Pero el pico del que no se habla apenas, y que muchas veces pasa desapercibido incluso para los especialistas como los neurólogos es el pico de la adolescencia. Y este es un pico importantísimo porque además marca trayectoria de futuro, puede condicionar el desarrollo relacional, de comunicación, y otras habilidades de cara al futuro de esta persona joven.
NO sabemos como afrontar esta confusión por lo que va a repercutir en el nivel físico, mental y esto producirá enfermedad. ¿Hay que ir al psiquiatra para que nos ayuden a eliminar las preocupaciones en la esperanza de poder recuperar la salud? ¿Hay que medicarse? ¿O podemos descubrir por nosotros mismos como dejar de estar preocupados, ansiosos, confundidos y dejar de tener miedo?
Cada vez que no miramos lo que nos sucede y nos escapamos o evadimos de este sentirnos solos, se agudizan las sensaciones de vivirnos separados, apartados y excluidos de todos. Y al no mirar, aumentan los miedos a ese vacío psicológico que es el sentirse solo. Y estos miedos vuelven a empujarnos a escapar. Y así una vez y otra… Eso nos enferma…
Impacto de la Soledad en la salud y en la economía
Es un hecho demostrado que sentirse solo se asocia a un empeoramiento de la salud. Especialmente empeora nuestra salud mental, aunque no solo. Se reconoce que tanto la soledad como el aislamiento social aumentan la probabilidad de desarrollar depresión. También se encuentran aumentos más frecuentes de patologías como la ansiedad, riesgo de suicidio, enfermedad cardiovascular, diabetes, obesidad y demencia con aumento del riesgo de deterioro cognitivo en personas que viven solas. También hay suficiente evidencia que nos muestra como la soledad influye también en la respuesta biológica de nuestro sistema inmunitario porque provoca un aumento del cortisol.
En resumen, parece claro que vivir solo no es una opción saludable, a menos que sea una opción voluntariamente elegida. La razón detrás de esta asociación con el riesgo de sufrir tantas enfermedades tiene que ver con:
- factores de comportamiento, (por ej, hay más sedentarismo, o mas consumo de sustancias o adicciones…)
- factores fisiológicos que desregulan los mecanismos de equilibrio de estrés,
- factores psicológicos, se acusan mas PN, mas ideas obsesivas, que aun les encierran más
El impacto económico de la Soledad en la carga de enfermedad mental tiene un coste equivalente al 2% del PIB. Es una barbaridad. Buena parte de este coste se traslada a terceros como los cuidadores y familiares, a las empresas que sufren altas ratios de absentismo laboral, y esto hace que estas cargas no sean suficientemente recogidas y consideradas por el sector publico
Numerosos estudios y datos nos ayudan a dimensionar esta realidad la realidad: Casi 5 millones de personas viven solas en el estado español. Casi el 50% de estas tienen más de 65 años. Y la mitad superan los 80 años. A nivel fisiológico, estas son edades en las que se empiezan a manifestar signos de debilidad cognitiva y dificultad en la movilidad. Y estos son los momentos en que aumenta el riesgo por parte de estas personas, de sentirse solos, aislados, desconectados.
Son muchos los mayores que entran en un circulo de pensamientos negativos y obsesivos.
Y sin embargo la sabiduría, experiencia y conocimientos de estas personas podría tener un gran impacto en nuestras vidas. Su lucidez es muy poderosa, tienen tiempo, y me parece que podemos hacer algo como individuos que anime a estas personas que viven en soledad a comprender por su parte el valor de su propia vida.
Y también como sociedad podemos encontrar mecanismos que les mantuvieran conectados a la vida. Y eso las puede acompañar a salir del circulo negativo y victimista en que a menudo se envuelven. Porque también son maneras que utilizan para escaparse de ese sentirse solo o sola.
Y cuando miras bien y te preguntas ¿quién se está escapando?… ves sea cual sea la edad, mayor o joven, ves a esa persona que no se atreve a acoger la vida en todo su valor. Ves a aquel o aquella que juzga, compara y condena….
Cuando comprendemos que, al encerrarnos, al quejarnos nos estamos escapando, podemos poner fin al escape, y empezar a vivir y acoger lo que hay como es, sin querer otra cosa. Así empieza el camino a la libertad.
Para ayudar esta comprensión una de las claves es aprender a crear Ambientes sanos y estimulantes en los que poder abrirse, y desarrollarse, porque nunca se acaba y siempre se aprende.
Necesitamos facilitadores de este camino de comprensión, este camino del darse cuenta.
Facilitadores que consigan ese efecto de conexión autentica como la que se da entre las personas mayores y las mascotas. Una anécdota personal: Jamás imaginé a mi padre…
Al final de la vida, nada me parece más importante como darte cuenta de que tu vida, ha contribuido a la humanidad, la búsqueda que has tenido en tu vida ha encontrado el sentido,. No es fácil cumplir años. Tampoco es fácil ver a tus seres queridos haciéndose mayores. Huimos a menudo del significado que esto tiene para todos, y no abordamos algo valioso: el sentido y valor de una vida lograda, útil y fructífera. Y no tantos “mayores” llegan con estas sensaciones al final de su ciclo de vida…
Y también En la soledad y confusión del adolescente necesitamos facilitadores que ayuden a abrirse. Puede ser una mascota y pueden ser otros muchos activos para la salud que les … ayuden a desplegar habilidades para la vida esenciales: autoconocimiento, empatía, emociones y sentimientos, resiliencia, relaciones de apoyo, …
¿Qué podemos hacer para introducir en los mayores la actitud de tengo algo para dar? Tengo alguien por quien interesarme y a quien esto le puede interesar. Y en los jóvenes la actitud y mirada de tengo algo para aprender, y de los mayores nada menos. ¡Porque también ellos nos conectan a la vida! Y en buena parte depende de nosotros, estos que estamos entre medio de mayores y adolescentes los que tenemos que aprender a vivir de otro modo. Y abrir el otro lado el lado amable y entregado, el de nuestro corazón,
Necesitamos sacarnos muchas telarañas y mucho lenguaje tan lleno de estereotipos…que nos impiden conocer el otro lado de los mayores y de los adolescentes,
Por cierto, me encantó un comentario de un chaval de 9 años que hablaba sobre lo que más le había gustado del momento final del confinamiento. Dijo que lo que mas valoró fue poder abrazar a sus abuelos. Que los quería mucho y tuvo la sensación, en ese abrazo, de volver a nacer. Eso es CONEXIÖN humana,
Y en nuestra mano está que pueda ir mucho más allá de la familia. …
La liberación del sentirse solo para por ser consciencia
Te decía que Para ayudar esta comprensión sobre como nos impacta y afgecta ese sentirnos solos, una de las claves es crear Ambientes sanos y estimulantes en los que desarrollarse y comprometernos con el valor de la propia vida.
Pero no nos engañemos: es con coraje que creamos el primer ambiente sano, que es el de nuestro interior. Es conmigo mismo, misma que necesito Apuntarme y comprometerme a vivir y no solo a sobrevivir.
Hay un camino. Este es el camino al interior. Y así empiezo a mirar hacia adentro y al ver que todo empieza en mi. … me pregunto: ¿Dónde quedó, donde dejé mi sonrisa y mi saludo? Incluso a los desconocidos…
Precisamente porque anhelamos una vida creativa, nos damos cuenta de que es en la relación con nosotros mismos, y con los demás, cuando de verdad confrontamos nuestra sensación de vacío y nuestros miedos.
Al observar sin rechazar la propia realidad, la propia existencia empieza a transformarse todo conflicto interno en la posibilidad de vivirnos como un regalo para el mundo. Nos abre las ganas de darnos, a entregarnos….
Este camino hace aflorar las cualidades y competencias que necesita desplegar una sociedad sana: solidaridad, empatía, comprensión y compasión, agradecimiento, apoyo social,
Así podemos recrear nuestra vida cada día, cada momento, con sentido y salud. Hacernos conscientes del valor de la propia vida hace posible que dejemos de dar más alimento al ego, a esa imagen que tengo de mí y de cómo debe ser todo en mi vida. Abrir esta mirada consciente y acogedora es dejar de vivir una vida pensada y auto-referenciada para abrirse a vivir una vida en la que nos interesamos por los demás, y nos sentimos vivos y en relación aunque no nos toquemos, saboreemos, veamos, escuchemos, ni olamos,
Tenemos una gran oportunidad por delante, que está en la potencia de la comunidad y con iniciativas a este nivel, podemos lograr que la salud y lo social se den la mano. Y que la soledad, o “el sentirse solo” deje de ser la “epidemia silenciosa” para convertirse en una fuente de inspiración y en una aventura al encuentro de activos y recursos para la salud.
Muy interesante el podcast sobre La Soledad. Un «sentirse solo/a» que todavía se acrecianta más en muchas personas en estos tiempos de pandemia, de confinamiento, en los que surge una indefensión crónica. Ya se está hablando de una generación marcada por la pandemia. Muy importante confiar en las propias habilidades y capacidades para superar la adversidad y solidarizarse con otras personas que lo pasan mal. Felicidades Ángela, por la oportunidad que nos brindas –una vez más- para hacernos más conscientes, más conectados. Un fuerte abrazo.