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Nos vamos a ocupar de los problemas que podemos resolver gracias a entrenar las competencias para la vida y la salud desde la mirada de Salutogénesis. Gracias a ella, podemos desarrollar los factores que contribuyen a que las personas permanezcamos sanas a pesar de vivir condiciones desfavorables o muy negativas.
Los problemas que abordaremos son:
- Ansiedad,
- Soledad y el sentido de la vida
- Estrés y depresión
- Superar la Tensión emocional y relacional
Cuando no hacemos nada por comprender desde adentro lo que nos sucede, todas estas situaciones pueden afectar seriamente nuestra salud mental y podrían ser causa de trastornos mentales. Pero a medida que nos conocemos, y, tomando cierta distancia, nos vemos en relación con lo que nos pasa. Así podremos disipar la carga mental-emocional que tienen estas situaciones y también encontrar su sentido para nosotros.
Empezamos hoy con LA ANSIEDAD: ese conjunto de síntomas que podemos palpar en nosotros, cuando vivimos situaciones de alta incertidumbre. Vamos a indagar en cómo superar las contradicciones que supone el estar ante una realidad, y querer estar en otra diferente.
Y ¿qué es la Ansiedad?
La ansiedad es una respuesta orgánica a un factor mental-emocional desencadenante (factor estresante le llamamos). Y este factor, que percibimos como una amenaza a la propia vida es el que provoca una alteración del equilibrio interno de nuestro organismo. La ansiedad afecta nuestra salud y nos hace perder calidad de vida.
Y este factor estresante, se capta por el cerebro que, de forma automática, desencadena una respuesta apropiada a la situación. Por ej., voy de noche de regreso a casa y veo unos mts más allá, algo que parece una pelea, la respuesta automática, SIEMPRE es de supervivencia, porque el objetivo del cerebro es preservar nuestra vida. Así que elabora una respuesta de huida. Nuestro cerebro automatizó las respuestas de supervivencia.
Es esta respuesta del cerebro, que provoca en nuestro organismo la secuencia de reacciones físicas y bioquímicas, que remiten cuando el factor desencadenante ha desaparecido. Y la ansiedad forma parte de ese cuadro de mando, que nos prepara para huir. Esta respuesta se ha desarrollado desde la aparición del cerebro emocional o límbico que compartimos con los mamíferos.
Comportamiento humano y comportamiento de especie (mamífero)
El ser humano, como mamífero, se comporta exactamente igual a como lo hacen otros seres vivos mamíferos también que podemos observar en el mundo animal. Las diferentes especies de seres vivos desarrollan una gran diversidad de respuestas para cuidarse y protegerse entre ellas y lo hacen gracias al cerebro emocional-límbico.
Un ejemplo de respuesta inteligente es la que ha desarrollado el caballo. Su comportamiento no refleja individualidades aisladas, sino que se comportan como manadas, como tribus y entre ellos se atienden y cuidan. Son solidarios y cooperadores.
Son mamíferos y herbívoros. Necesitan comer continuamente dado el pequeño tamaño de su estomago y eso les hace agachar la cabeza con lo que pierden visibilidad y la capacidad de percibir las posibles amenazas
¿Cómo han resuelto el no ser pasto de los depredadores?
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Humanos vs otros seres vivos
A lo largo de los millones de años de evolución y en nuestro caso, también de humanización, el cerebro ha aprendido a sobrevivir evitando las experiencias negativas. Por eso hoy le resulta tan fácil reconocer riesgos y amenazas.
¡Pero ah! Los humanos a diferencia de otros seres vivos, disponemos del pensamiento, Los animales no piensan y en ellos, todo funciona de forma natural, inteligentemente.
Los humanos sí pensamos y a menudo el pensamiento deja de ser la gran herramienta práctica y creativa para convertirse en una gran interferencia para nuestra paz y nuestra inteligencia.
¿Cuál es nuestro problema, cómo y por qué nos generamos ansiedad?
Nuestro problema es que confundimos la vida y vivir con el modo supervivencia y sobrevivir…
El problema se presenta cuando nos dejamos llevar por la mente, ese cúmulo de pensamientos que invaden el espacio y generan eso que llamamos ruido mental. Y vamos generándonos ansiedad, porque nos creemos los mensajes que envía la mente, en forma de pensamientos negativos.
Así cedemos el paso a la respuesta automática en lugar de dar una respuesta sin condicionamiento mental una respuesta libre, madura y creativa. Sucede continuamente, nos pasan en relación con cualquier tema, y en cualquier aspecto de nuestra vida.
Cómo la mente genera ansiedad
La mente analiza, es potente valorando riesgos, presentando posibilidades. Pero la mente solo sabe ir al pasado y al futuro. Nunca está en el momento actual, en presente, ahora… ¿Sabes por qué?
Porque AHORA, en este momento no hay ningún riesgo que tengas que evitar. Mírate bien, hacia adentro. ¿Qué te falta ahora? En este instante, en este momento… ¿Qué riesgo afrontas AHORA?
¿Acaso no lo tienes todo para ser feliz AHORA? Si dices que no, date cuenta dónde te ha llevado la mente… y pregúntate: ¿de verdad estás aquí, y ahora?
La mente cuando va al pasado analiza lo que sucedió y trata de cambiar lo que no se ajusta a sus esquemas. Y cuando la mente va al futuro, nos sentimos amenazados por lo que puede suceder, por si pasa … Así se genera la ansiedad: con ese suceder de pensamientos negativos, de los que mayoritariamente no somos conscientes.
También en la ansiedad hay grados
Como todo lo que tiene que ver con la salud, también en ansiedad hay grados. Un grado leve como el que se genera cuando ya saltamos al paso siguiente, y nos ponemos en lo que toca a continuación, cuando aún no has acabado la experiencia del momento.
Por ej., estoy en el cine viendo una peli, pero la mente ha saltado y trae la imagen y sensaciones del momento en que tendremos que acompañar a la canguro, o nos lleva a la cola que habrá en el aparcamiento para pagar al salir del cine, o…
Aunque algunas cuestiones en las que cae el pensamiento negativo, son relevantes y otras son menores, es así es cómo nos vamos cargando. Es así como el cuerpo pierde el equilibrio una y otra vez, porque de momento en momento está respondiendo a las secuencias de factores estresores que, aunque no son amenazas reales, son vividas por nuestro organismo como tal.
El que no veamos o no se perciba el pensamiento que nos dispara, no quiere decir que no esté sucediendo. Por eso es tan importante que nos entrenemos, que aprendamos a parar. Que aprendamos a escucharnos y quitar el ruido mental.
Porque ¿sabes? ¡Es ansiedad! ¡Y no! No está, ni es nuestra naturaleza esencial vivir con ansiedad. La ansiedad, es un trastorno que puede hacernos vulnerables a otras enfermedades. Y siempre podemos hacer algo antes de que la ansiedad leve devenga en un trastorno mental severo.
¿Cómo podemos percibir que tenemos ansiedad?
Me puedo dar cuenta de que estoy en un bucle cuando:
- noto que cualquier cosa me hace saltar,
- tengo tendencia a estar irritable,
- siento que me invaden sensaciones contradictorias, y empezamos a vivir inquietos, como en una montaña rusa,
- también nos sentimos inseguros, frustrados y finalmente cansados, agotados. Porque a nivel orgánico la ansiedad desencadena una complicada cascada de respuestas físicas y bioquímicas que consumen mucha energía…
- Se manifiesta con ahogos, una respiración alterada, tensión arterial elevada y palpitaciones, sudoración. Son respuestas físicas a poderosos estímulos emocionales.
La Ansiedad es hija del miedo
Vamos a ver un ejemplo sobre cómo aparece la ansiedad y las emociones que la acompañan. Primero, uno en el que podemos decir que sí hay amenaza objetiva: Por ej., he tenido un accidente en bicicleta y no siento las piernas. Tengo miedo a quedarme inválida y este miedo me provoca ansiedad. Ese miedo, tiene en su origen un pensamiento.
Otro ejemplo, me enfrento a una entrevista de trabajo, a un examen, a … y vivimos esta situación con ansiedad porque tenemos miedo a no salir airosos de la prueba. En su origen hay Pensamientos que sencillamente no veo.
En todos los casos, aunque el estimulo que desencadena ansiedad es una idea, igualmente provoca inseguridad, conflicto interno, sensación de no control… Y nos trae emociones de inquietud, impotencia, frustración, miedo. Y es así, porque no somos conscientes de lo que estamos pensando. Yo puedo sentir las emociones en el cuerpo, pero no podré erradicarlas, a menos que me entrene a poner la atención en mirar lo que estoy pensando…
En estos ejemplos descritos, esta ansiedad puede remitir una vez la causa desencadenante, el león, desaparece o se subsana: me operan, me recupero y vuelvo a caminar. Me dan el trabajo, apruebo el examen. Entonces decimos que la ansiedad como trastorno, ha sido una afección puntual. Y, aunque ha afectado nuestra capacidad de relacionarnos con los demás y de funcionar normalmente en el día a día, no nos ha hecho enfermar, porque va remitiendo una vez ha desaparecido la causa que sentimos como amenaza.
¿Cuándo debemos preocuparnos?
Volviendo a los ejemplos anteriores: imagínate ahora que cuando nos operan no quedamos bien. Cuando hemos perdido la oportunidad de trabajo, he suspendido el examen, no he ganado la convocatoria…
Y es que ahora sucede que, en todas estas situaciones la causa no solo no remite, sino que nos enfrenta a una nueva situación adversa o amenazante.
Nuestro problema, es que Ya nos parece “normal” vivir así, ansiosos, asustados, indecisos, inseguros…. y nos parece normal porque creemos que tenemos una causa que lo justifica… Y NO, NO ES NORMAL: vivir así, no es normal. Lo es para la mente ego-centrada a la que le gusta quejarse, darse importancia, aunque sea a través de la adversidad o los problemas…
Pero esto no es vivir, como mucho es sobrevivir. Y supone dejar que la vida auténtica nos pase de largo… Es en este momento, cuando nos sentimos así de inquietos inseguros, temerosos, que tenemos la oportunidad de aplicar nuestra competencia de Pensamiento Crítico. Necesitamos aprender a parar, ese es el primer paso.
Y al parar tomamos decisiones: podremos elegir si nos dejamos llevar por el desorden de los pensamientos que dispara la mente, con la turbulencia emocional asociada. O sencillamente, nos paramos a hacernos preguntas, para conocernos.
Nuestros problemas o circunstancias son una llamada a entrenar Competencias
Al entrenarnos, aprendemos a gestionar un problema. Podremos superar la ansiedad.
Porque Cuando nos hacemos conscientes de los desordenes del pensamiento, emociones, asociadas a la ansiedad, empezamos a reconocer que necesitamos dejarnos ayudar. Tenemos tendencia a pensar que todo esto ya pasará mañana.
Es importante que nos hagamos conscientes de nuestras actitudes, del propio comportamiento. Anhelamos una paz estable.
La buena noticia es que podemos saltar del plano mental-emocional a un plano de más profundidad. Ahí donde reside nuestra capacidad de encontrar sentido. Porque tenemos la posibilidad de vivir desde una mente que se expresa de forma neutra, que piensa creativamente, sin juicios, una mente que acoge el impacto que tiene ese desafío que nos trae la vida, eso que llamamos problema.
Disponemos de una mente que confía en su capacidad de comprensión, y de encontrar nuevos recursos y activos para superar el reto. Y es que, para esta mente, auténtica, lo que sucede es motivo de crecimiento, de expansión y de encuentro con la vida. Es algo natural, que vive de forma natural e inteligente, como lo hacen todos los seres vivos.
Lo único que se necesita para este salto es acallar la mente automática.
¿Cómo? Ejercitándonos en el salto de Sobrevivir a Vivir
La clave primera está en aprender a escucharnos. En esta escucha interna, encontramos autenticidad y paz. Al entrenarte, tú mismo te darás cuenta de cómo puedes ir de la mente reactiva-psicológica a la mente humana y consciente. Porque esta es la capacidad que nos humaniza, la de darnos cuenta de nosotros mismos y nos hace únicos como especie.
Por eso, y ahora poniéndome como tu impulsora, cuidadora, soñadora, entrenadora… a quien le importa que recuperes la paz, la confianza y la fuerza que da la libertad te recomiendo el curso Sobrevivir o Vivir
Es un curso que está ideado para que no solo aprendas competencias clave, sino que Planteado como retos te llevará a vivir y a entender muchas cosas de ti. Y entrenarás una nueva mirada que te saca del conflicto interno y conecta con la vida y la salud que eres.
Otra buena noticia es que, además ahora, el curso Sobrevivir o Vivir está en oferta de lanzamiento.
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