Con este primer capítulo de la serie sobre Resiliencia vamos a profundizar en nuevos aspectos acerca de qué hay en las bases de la resiliencia, cuando la desarrollamos y por qué importa que la desarrollemos. ¡Vamos a por ello!
¿Qué es la Resiliencia?
Empiezo por recordar el concepto que ya tratamos en el episodio anterior, ¿sí?:
Resiliencia: dícese de la resistencia que ofrece un cuerpo a la rotura por golpe o de la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones limite y sobreponerse a ellas.
Sin embargo, ante la adversidad, todos tenemos la sensación de ser un “patito feo”
Adversidad y la sensación de ser “un patito feo”
Lo cierto, es que como comprobarás en este capítulo, si no lo has comprobado ya en ti, en primera persona, es que Todos nosotros podemos ser resilientes. Todos tenemos esa capacidad de superar y encontrar sentido cuando algo nos hace tambalear. Dice JP Sartre:
Lo importante no es lo que hacen de nosotros sino lo que nosotros hacemos de lo que hicieron de nosotros
JP Sartre
Y Boris Cyrulnik nos demuestra y recuerda que ninguna herida es un destino, que un niño traumatizado no está condenado a convertirse en un adulto fracasado, y que alguien que ha sido maltratado no tiene porque convertirse en maltratador. Una frase suya lo resume todo: “Cambiaremos nuestra visión de la desgracia y, a pesar del sufrimiento, buscaremos lo maravilloso”.
Así que lo que importa a la Resiliencia, y hoy a mí como tu mentora de resiliencia, que te acompaña ahora a ti que quizá hoy ya estás viviendo una circunstancia adversa… lo que me importa es despertar en ti esa imaginación por un mundo donde vuelvas a disfrutar de vivir, de estar vivo/a, de ser la vida que eres, de encontrar sentido. Me importa que compruebes por ti mismo que tu vida es significativa.
¿Cuál es el mayor riesgo ante una adversidad?
Lo principal es que no te sientas y te vivas aislado, separado, fracasado, un bicho raro, vamos… Y es difícil porque cuando hablamos de “yo, de mi” solemos referirnos a “yo y mi historia”. Ya sabes…: la historia que cuenta la mente sobre lo que le gusta y lo que le disgusta, de lo que anhelas y lo que temes. Esa mente siempre condicionada por el pasado, y esperando encontrar su realización, plenitud y felicidad en el futuro, siempre está llevándote fuera, lejos de este momento, … y nunca está satisfecha con lo que este ahora le trae como experiencia.
El papel del mentor de resiliencia
Te decía que estoy acompañándote, ¿cierto? Lo hago a través de este podcast, de los cursos que encuentras en la ECVS, de otros y variados contenidos que ponemos a tu disposición… Así me convierto en tu mentora. Y desde mi experiencia y mi propia historia de superación comparto, con anhelo de servir, así, sin más, para que puedas enriquecer la tuya propia, tu experiencia.
En Resiliencia es importante la figura del mentor. Hay que considerar que como tal, la Resiliencia empezó a estudiarse en niños desde una temprana edad. Niños que habían nacido y crecido en entornos muy desfavorables para poder acceder a un desarrollo pleno. Por eso, como niño, como joven, tener cerca a alguien que acompañe como guía, resulta importante en este momento de la vida. Aunque también veremos como demuestra la propia investigación de Resiliencia y especialmente la de Salutogénesis que hay otros muchos recursos a los que puedes acceder. Pero SI es recomendable tener cerca a alguien que te acompañe a descubrir.
Y ahora te diré algo importante: cuando tienes cerca a alguien es importante que comprendas que no tiene nada que enseñarte en el sentido convencional de la palabra. No tiene nada que darte o añadirte. Tu ya dispones de todo lo que necesitas.
Así que Mi propósito, Mi principal función como mentora y también como profesional de la salud y del desarrollo de ser humano, consiste en ayudar, facilitar el librarte de lo que te aleja de la verdad esencial que eres. Estoy aquí para descubrirte esa dimensión de profundidad interna que es tuya, desde el origen, y que también es paz.
Porque no es alimento mental lo que necesitas en momentos de cambio y adversidad, no son ideas, ni discusiones intelectuales. Más allá de las palabras, está en mí la certeza que tu eres capaz de encontrar sentido en tu interior y dar valor a tu vida, cada día, día a día, momento a momento.
La dificultad está
Está en el mecanismo de protección que hemos desarrollado, eso que llamamos ego, y que muy frecuentemente, va acompañado de algún elemento de “identidad de victima”. El ego se apropia de todo y es muy sutil, y por eso es difícil de ver. Pero no queda otra que seguir mirando para comprobar por nosotros mismos ese resentimiento, culpa, … lo que sea que hay ahí y que ha desarrollado una imagen de victima tan grande que se ha convertido en el eje central de la idea que tienes de ti.
Y es lo más difícil de deshacer porque sin darte cuenta te has construido una identidad de victima que se parece mucho a una prisión. Sus barrotes son todas esas comparaciones, interpretaciones sobre las situaciones que se han dado… y que sigues justificando porque aunque no lo veamos, nos tienen enganchados emocionalmente.
Mirar lo que nos hacemos a nosotros mismos, mejor dicho lo que permitimos a la mente que haga con nosotros es un paso importante. Y se alcanza, te aseguro que llega. Y con esa toma de conciencia, también llega la libertad. Y es desde ahí que podrás desarrollar tus competencias y habilidades, todo eso que ya está en ti y te hace sentir vivo. Mi propósito es que te reconozcas valioso/a de manera que tu puedes reconectar con tu pasión, sentido y propósito y capaz de creer que sirves a generar un mundo mejor.
¿Qué hay en las bases de la resiliencia?
Te diría que en las bases de la resiliencia hay sufrimiento, y no poco. Cuando miro atrás veo que en mi existencia se han sucedido un montón de acontecimientos adversos. Hoy veo que durante mucho tiempo sobrevivía a ellos haciendo aún más fuerte mi mascara
Me he enfrentado a diversas situaciones que se fueron encadenando. Y que me resultaban verdaderamente difíciles de vivir. Primero vino la muerte de mi madre. Sucedió mientras yo estaba ocupándome de abrirme camino como profesional y desde luego no tenía suficientes recursos para enfrentar el dolor de un acontecimiento así. En el 2006-07 llegó una crisis existencial que se manifestó también con depresión. Entre el 2007 y el 2011 he afrontado situaciones profesionales complejas, un divorcio, y un despido.
¿Puedes anticipar algo así? La experiencia me demuestra que no. Si pudieras, esos acontecimientos que nos tocan tan profundo no se producirían. Pero si no tienes recursos, la huida, el no mirar para evitar el dolor es lo habitual.
Sé que soy, y que soy resiliente
Lo he demostrado y demuestro cada día. Y hoy afronto con alegría la expansión y el relanzamiento empresarial. Tras más de un año de la llegada del Covid, estoy poniendo mi energía en acompañar y ayudar a personas que lo están pasando mal, muy mal. Son personas que no encuentran sentido profundo a sus vidas. Y las acompaño a manifestar su esencia más elevada como ser humano. Ahí donde reside la paz, la libertad la alegría.
Ser resiliente, NO es una técnica que se aprende. Ser resiliente es ser humano en su más alta expresión. La resiliencia ha de ayudar a abrirnos, no a encerrarnos entre comportamientos psicológicos rígidos de análisis y autocontrol. Nos ha de acompañar a recuperar nuestra naturalidad y espontaneidad, a interesarnos por la vida y por sentir que somos valiosos y que todo lo sucedido tiene un sentido, y que mi vida, tu vida, nuestra vida es significativa.
Así de poderosa es. Y en esto se acerca a la Salutogénesis. Ambas, Salutogénesis y resiliencia tienen una aproximación que se enfoca más en la espiritualidad que en el control mental. Por eso te digo y sé que la Resiliencia está a nuestro alcance. Porque podemos ser conscientes de nosotros mismos, y podemos ejercitar este darnos cuenta, esta autoconciencia. Nada que ver con el autocontrol mental.
Y esto es lo que estamos haciendo desde la ECVS al entrenar la Resiliencia e introducirla en las organizaciones, las familias y en cada individuo. Porque creemos que los entornos, todos pueden ser lugares en los que se recrea la vida y se promueve el crecimiento como ser humano.
¿Qué cómo lo hacemos posible? Desde la base: los determinantes para la salud.
Y es que todos tenemos a nuestro alcance diversos elementos en continuo intercambio entre si. Son como vasos comunicantes. Les llamamos determinantes de salud, que impactan en nuestro bienestar global: el físico, económico, mental-emocional, relacional, y así hasta 12 más…
Estos determinantes, adecuadamente identificados y conjugados, nos facilitan la recuperación del equilibrio interno y la armonía con nuestros entornos. Y, en cada persona, se da un orden y preferencia diferente que fluctúa a lo largo de su ciclo de vida. Y esta es la belleza de nuestro trabajo salutogénico: que los conozcas, los entrenes, sepas reconocer cuando los necesitas. Así se convierten en tus activos. Disponibles para ti los que te son útiles y esenciales.
¿Qué juega a favor de la Resiliencia desde la base de nuestro modelo de salud?
Todos necesitamos un poco de amor, sentirnos queridos, apreciados y valorados. Sin embargo, no todos tenemos la fortuna de recibirlo y encontrarlo en nuestra vida fácilmente.
La buena noticia es que esto no nos determina ni condiciona como ya veíamos al principio. Son numerosos los estudios que han seguido durante la vida a un numeroso grupo de adultos estudiados desde que fueron niños, porque crecieron en un ambiente desfavorable, padres maltratadores, o habían sido niños con problemas graves de salud, o viviendo en campos de refugiados, o … Bien, a pesar de todas las situaciones adversas, había un numero importante que parecían desarrollarse bien, cerca del 35%. ¿Eran personas excepcionales? ¿qué factores les hacía desarrollarse así? ¿Eran factores individuales, innatos, o eran estímulos del entorno…?
Pues se comprueba que los principales factores o elementos que favorecen la resiliencia (el apoyo de amistades, el amor, el descubrimiento de sentido, la autoconfianza, la sensación de disponer de activos propios, desarrollar recursos para afrontar los desafíos existenciales…) todos ellos son también los que favorecen el sentimiento de conexión, de realización, en los individuos que no han vivido ninguna situación traumática. Y eso es lo que hace aun más poderosa la mirada salutogénica: en nuestro interior hay una fuerza que pide paso y que responde a un deseo de progreso inesperado.
Esto que ya sabemos por propia experiencia y que observó ya en el s. XVIII el brillante pedagogo suizo Pestalozzi, luego Anna Freud, y que también describe Vanistendael y tantos otros autores, demuestra la conclusión de que la resiliencia no se limita a una actitud o una capacidad de resistencia. La resiliencia permite la construcción, la reconstrucción, la recreación de la propia vida. Y todos la tenemos en potencia.
Quizá hasta ahora no se ha dado suficiente relevancia a este importante aspecto de la resiliencia como generadora de salud y vida como también la promueve y entrena la ECVS. Porque fíjate bien, los jóvenes y adultos resilientes rara vez visitan los centros de ayuda, las consultas de psicólogos o trabajadores sociales. No tengo ninguna duda, y también yo soy ejemplo que corrobora este dato.
Y fijémonos que la atención y el enfoque la mirada en los estudios de los profesionales y psicólogos se ha ido a estudiar el origen de las preocupaciones, de las tristezas, las carencias, mucho más que a estudiar los factores que favorecen el bienestar y la salud mental.
Y para acabar
Te animo a que empieces a bucear en ti para que encuentres también esta preciosa y útil competencia de Resiliencia. Y si estás interesado en recibir más documentación o bibliografía, ponte en contacto conmigo.
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